Una piedra que atravesó el cristal y la vida se apagó en un momento. Cuando se hizo la luz comenzó una vida distinta para Luis Gómez en la que, al menos por ahora, no podrá jugar en el equipo de fútbol sala de Vecindario, o montar en moto recorriendo Gran Canaria, o volver a su puesto soñado de Guardia Civil en las Islas.
Una piedra acabó con mis sueños», suspira Luis Gómez Horcajade bajo el cartel de bienvenida que sus compañeros de la Guardia Civil hicieron para él cuando salió del Hospital Insular. Un cartel que ocupa casi dos paredes y que le recuerda que el pasado 8 de diciembre volvió a nacer y que sus amigos de verdad siguen con él para continuar el camino.Aquel martes, Luis patrullaba las calles de Vecindario con un compañero. Un vecino iba a denunciar a un magrebí por escándalo público y al no contar con documentación decidieron trasladarlo al cuartel de la Benemérita para su identificación. El detenido estaba fuera de sí, logró salir del coche y atacó el vehículo con piedras.
«Lo último que recuerdo es poner la mano en la puerta para salir y de repente todo se apagó», explica Luis. La piedra le produjo un traumatismo craneoencefálico del parietal izquierda, le astilló el cráneo y le produjo una contusión en la masa encefálica. Consecuencias, 14 días ingresado, muchos de ellos peleando por vivir, 45 puntos, una serie de operaciones muy delicadas, la necesidad de implantar una placa de titanio en un lado de la cabeza dentro de un año, mientras tanto debe llevar un casco especial, y un ligero cambio de carácter.
«Desde niño quise ser guardia civil y trabajar en Canarias y casi no lo consigo por la estatura», cuenta este murciano ante la atenta mirada de su padre, Ginés Gómez, militar retirado. Y ese sueño sigue en pie porque sólo espera recuperarse cuanto antes para volver a su puesto en Vecindario. No quiere oír hablar de la baja indefinida. A pesar de que descansará en Murcia unos meses no abandonará su casa de Pozo Izquierdo y en abril se presentará a las pruebas de acceso a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para mayores de 25 años, «quiero estudiar graduado social», insiste.
Y es que Luis está completamente integrado en las Islas. Forma parte de una peña de motos que recorre la Isla, «pero tendrá que venderla porque no puede montar en moto al menos durante un año», le recuerda su padre. También participa en el equipo de fútbol sala de Vecindario y acude diariamente a un gimnasio donde le echan mucho de menos.
«Ese día volvió a nacer», dice su padre, que aún recuerda los tristes días esperando que los daños no fueran irreversibles. «Está claro que su profesión entraña riesgos», reconoce Ginés, «pero nunca piensas que te va a tocar a ti».Compañero, desde este blog, deseamos tu pronta recuperación y que la justicia actúe.
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=153138
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