HONOR

HONOR
«¡Disciplina! Nunca bien definida y comprendida. ¡Disciplina! Que no encierra mérito alguno cuando la condición del mando nos es grata y llevadera. ¡Disciplina! Que reviste su verdadero valor cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la acción del mando. Esta es la disciplina que os inculcamos, esta es la disciplina que practicamos, este es el ejemplo que os ofrecemos.»

viernes, 27 de julio de 2012

De hombres honrados


EL FUNCIONARIO DIFERENTE

El militar siempre calla. Bulle por dentro y en los pasillos y patios de los cuarteles protesta entre dientes, con sus compañeros, porque por desgracia, aún, en esta España sin conciencia sus problemas no son de dominio público. Cada vez que un Gobierno, y ya son muchos, les aprieta las tuercas, ellos respiran hondo y siguen sirviendo a España, tal es su vocación.

El Ejecutivo de Zapatero decidió bajar el sueldo a los funcionarios y en esa bajada incluyó a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado porque están integradas por funcionarios. Pero no todos los servidores públicos son iguales. No es igual un inspector de Hacienda o un funcionario de Correos que un militar o un guardia civil. La diferencia fundamental radica en que unos están dispuestos a dar su vida por el país al que sirven y los otros no. Que unos han jurado hacerlo así y los otros no.

Quizá Zapatero y los suyos no vieron esta diferencia tan radical. Hay más. No todos los funcionarios de éste país viven veinte cambios de destino en su vida profesional, trasladando familia y casa de una punta a otra del país sin rechistar; no todos son destinados seis meses a un país en guerra; no todos tienen un sueldo ridículo en comparación con el sacrificio que hacen; ni de broma todos tienen que entrenar a diario para mantener una forma física aceptable para cumplir con sus funciones; no todos tienen una disponibilidad permanente porque los que quieren atacar a su país no entienden de horarios; muy pocos corren el riesgo de ser mutilados, lisiados, heridos gravemente por las herramientas con las que trabajan o por las de sus “clientes”; y ni de lejos todos se visten cada mañana su uniforme con el convencimiento de que su patria está por encima de todo, por encima de convenios, de moscosos, de recesos, de sindicatos...

El Gobierno actual va a tener que apretar las tuercas a los funcionarios, sea en forma de bajada de sueldo o de modificar sus condiciones laborales. Quizá es mucho esperar, pero espero que el Ejecutivo de Rajoy entienda esas diferencias y mantenga a militares, marinos, policías y guardias civiles las condiciones que hoy tienen porque mañana, aunque también a ellos les recorten, esos mismos se levantarán y volverán a pensar “Todo por la Patria”. Y de vez en cuando no está mal que la Patria les dé las gracias.
dmazon@larazon.es

No hay comentarios: