Émile Zola publicó su famoso artículo
J’Accuse en defensa del capitán Alfred Dreyfus en la Francia de la Primera
Guerra Mundial. Hace poco Santiago Abascal (exparlamentario vasco del PP y
presidente de DENAES) escribía:
“Yo acuso a los actuales dirigentes del
autodenominado PP pop de haber tirado por la borda un capital político
histórico; el del prestigio del PP del País Vasco y la mejor seña de identidad
del PP de España”.
Es decir, estaba personalizando en Rajoy Basagoiti, el del
“coñazo del desfile” y el de “la inconstitucionalidad e ilegalidad de la
bandera con el pollo”, la responsabilidad del desastre electoral de las últimas
elecciones autonómicas vascas. Unas elecciones en las que, como saben, ante la
abstención de bastante más de la tercera parte del electorado (34’17% de
abstención, más 2’09% de votos nulos o en blanco; en Galicia: 36’20%, 2’55%
nulos y 2’69 blancos), ha dado la mayoría a los separatistas, “de derechas”
(PNV) y marxistas (Bildu), dejando al PP con 10 escaños, un tercio y la mitad
de diputados, respectivamente, que esas formaciones; incluso perdiendo, por
primera vez en la historia, la mayoría en Álava. No hay que olvidar que el
censo electoral de 1.718.696 votantes vascongados no incluye a los centenares
de miles de desterrados por el terrorismo, y que votar en Euskadi por
candidaturas no separatistas sigue siendo un acto casi heroico.
Es decir, que la opción declaradamente separatista, tras
decenas de años de multitud de acciones y omisiones para conseguirlo, de
“ingeniería social” desde todos los ámbitos, ha alcanzado la mayoría en las
urnas, cambiando radicalmente el alma, secularmente católica y patriótica, de
los españoles de aquellas provincias; al menos formalmente.
Por supuesto, nosotros acusamos a ese PP del desastre que
ello va a acarrear a España, en conjunción con el ultimátum separatista
catalán, y los que, mediante las correspondientes “cláusulas de arrastre”, se
sucedan en las autonomías gallega, valenciana, canaria y balear. Todo ello
dentro de un panorama de permanentes agresiones, apenas encubiertas, desde
Gibraltar, Marruecos y los “mercados” anglosajones.
El PP ha hecho, y dejado hacer, todo lo posible para llegar
a esta situación, entre otras cosas expulsando como apestados, en la práctica,
a sus miembros menos permisivos con las componendas contra España. Ese es el
caso de María San Gil (15 escaños en 2005, 3ª fuerza tras PNV y PSOE) y Mayor
Oreja (19 escaños en 2001, solo por detrás del PNV), como también lo fue en
Cataluña con Vidal Cuadras.
Todo ello es el lógico resultado de un largo proceso de
destrucción de la conciencia nacional, es decir, de destrucción de España,
realizado concienzudamente a lo largo de medio siglo y que merece un estudio
independiente.
Y en este proceso el PP/AP/UCD ha sido la clave, desde el
comienzo de la transición, porque ha permitido maniatar, anestesiar y corromper
a la gran mayoría de los españoles, a la vez que ha dado alas, armas y bagajes
a los enemigos interiores. Ese partido “conservador”, más que el “PSOE
reformado”, fue el objeto de todos los desvelos de los aprendices de brujo que
diseñaron la voladura del régimen anterior. Esos desvelos, y los esforzados
trabajos de sus pinches de las cloacas, han logrado la transmutación actual, la
cual lleva camino de alcanzar la meta fijada, en gran medida de acuerdo con
órdenes e intereses extranjeros, de que “a España no la conozca ni la madre que
la parió”, magnífica “directiva” del generalísimo Alfonso Guerra, como paso
necesario para que, simplemente, desaparezca como nación.
Centrándonos en las españolísimas Provincias Vascongadas,
veamos un rápido resumen de los hechos que sustentan las anteriores
afirmaciones.
ETA, como está histórica y documentalmente probado, nació,
se organizó y reunió en seminarios, noviciados, abadías, templos y casas de
ejercicios; así lo han demostrado José Luís Orella en su Breve historia de los
orígenes de ETA (en La tregua de ETA, Grafite Ediciones páginas 131-138) y
Álvaro Baeza en ETA nación en un seminario; El gran Secreto; Historia de ETA
1952-1955 (ABL Press, Madrid, 1995).
He aquí la primera intervención exterior,
si nos olvidamos del maquis y otras organizaciones comunistas, y de la Brigada
Vasca Askapena, también conocida como Brigada Rosthchild o Comandos Americanos,
establecida en el Castillo Rothschild, en Cernay la Ville, en la Francia
liberada por los norteamericanos, y de la colaboración del “Gobierno Vasco en
el exilio” con la OSS/CIA.
Pues bien, ETA tiene en su haber, sola o, seguramente, “en
compañía de otros” en muchísimas ocasiones, hechos tan trascendentales como el
asesinato del Presidente del Gobierno (Carrero), el Incendio del Corona de
Aragón, el derribo del avión del Monte Oiz, y un total de muchos más de mil
muertos (contando todos los que, como los citados antes y otros más, NO se
quieren atribuir a ETA; ver cuadro). Y nos quedamos cortos, porque según el
Premio Nadal Alfonso Sastre en Jenofa Juncal (obra febrilmente antipatriótica y
blasfema que mereció el Premio Nacional de Teatro en1993, otro escandaloso y
claro apoyo del PSOE desde el Ministerio de Cultura al separatismo terrorista),
y marido de Genoveva Forest, ambos implicados en el atentado de Carrero Blanco
(eran “ex dirigentes comunistas”) y en el de la Calle Correo (Cafetería
Rolando), habían sido por entonces unos dos mil. Recordemos, para valorar
adecuadamente los hechos, que para el Cardenal Tarancón (Presidente de la
Conferencia Episcopal y cabeza del cambio eclesial) “el asesinato de Carrero Blanco
(fue) doloroso pero providencial para la instauración de la democracia”, y que
inmediatamente después del incendio del Corona de Aragón (que produjo 82
muertos y unos 110 heridos) se firmó el “atascado” Estatuto de Autonomía Vasco.
Nadie, medianamente impuesto en temas de seguridad, entiende
en el extranjero que ETA haya podido sobrevivir durante medio siglo a la
actuación del Estado. Y, desde luego, es humanamente imposible, incluso por
muchos apoyos exteriores con los que haya contado.
Veamos a qué nos referimos:
Los supuestos asesinos del Presidente del Gobierno no fueron
juzgados, porque a los pocos que se detuvo se les amnistió sin estar aun ni
siquiera imputados (Ley 46/1977, de 15 de octubre, de Amnistía; disposición de
la Jefatura del Estado).
Tanto el PSOE como el PP han mantenido conversaciones y han
excarcelado a numerosos etarras con los más peregrinos motivos, siendo el
recientísimo de Bolinaga un claro ejemplo. Además, se ha dado casi siempre un
trato de favor a los presos etarras.
En el ámbito de la enseñanza y la cultura, con las ikastolas
y actuaciones como la referida del premio a Alfonso Sastre, se ha impulsado la
buena imagen de ETA.
En el campo de las relaciones internacionales no se ha
impedido las innumerables acciones a su favor, cuando España ha tenido, y
tiene, magníficas herramientas para hacer la adecuada presión. A propuesta del
PSOE el Parlamento Europeo, en 2006, votó sobre “el Proceso de Paz en España”,
ganando la opción PSOE; el Proceso lo apoyaban todos los partidos menos PP, los
grandes sindicatos de izquierda, la Iglesia y la ONU. El mero permitir la
Conferencia Internacional de la Paz de San Sebastián (2011) es palmario
ejemplo. En julio de 2012 el Tribunal de Estrasburgo ordenó a España la puesta
en libertad “lo antes posible” a Inés Del Río, autora de la matanza de la Plaza
de la República Dominicana y condenada a más de 3.000 años de cárcel y que ha
cumplido menos de 20, y concede a la terrorista una indemnización de 30.000
euros en concepto de daños morales y de 1.500 euros más por los gastos del
proceso. Otro ejemplo es la nula protesta ante tomas de postura impresentables,
como la del embajador de Estados Unidos en España, el judío Alan Solomont,
quien recientemente dijo que “a largo plazo la situación actual y la relación
generada [entre Cataluña y España] serán muy positivas”.
Las múltiples cesiones en todo tipo de competencias por
parte de la Administración Central han reforzado la percepción de gran parte
del electorado vasco, no desencaminada, de que gracias a la presión etarra “se
consiguen cosas”, que, además, no deben ser malas pues todo el mundo las
bendice, incluyendo los más visibles hombres de religión, con Setién a la
cabeza, y no solo en Vascongadas. Es el “unos agitan el árbol y otros recogen
las nueces” del exjesuita Arzallus. Y, hablando de Arzallus, recordemos que en
1996 dijo “hemos conseguido más con Aznar en tres semanas que con Felipe
González en 14 años”.
Y, por último, en el campo de la Justicia, y por poner solo
otro ejemplo reciente, tenemos calentito el caso de la legalización de Bildu,
el brazo político de ETA, como siempre por el PSOE, el que ahora promueve un
Estado Federal, pero con el práctico consentimiento del PP, que ha permitido
llegar a este escenario de vísperas de la ruptura nacional. A este respecto hay
que recordar que Gallardón presionó para que cuatro de nueve vocales, de los
nombrados por el PP en el CGPJ, votasen a favor del progresista Moliner, un
magistrado complaciente con Bildu y Sortu.
Nos reafirmamos en la tesis inicial: estamos en un
continuado proceso revolucionario, impulsado por élites de poder internas y
externas, que utiliza tanto las técnicas de la guerra subversiva como la
actuación desde el poder, que ha diseñado y fomentado la actuación de los
principales ejecutores de este drama. Y como ejemplo de esta última afirmación
les proponemos unas reflexiones relativas a una Constitución que ya estableció,
con otro nombre, un “Estado Federal”:
- ¿Por qué se introdujo el término “nacionalidades”?
- ¿Por qué se diseñaron tres inviables Autonomías
uniprovinciales alrededor de Vascongadas?. Además, la mayoría de ellas siempre
han formado parte de Castilla La Vieja.
- ¿Por qué se estableció la disposición transitoria cuarta
de la Constitución que posibilita que Vascongadas pueda fagocitar a Navarra?
- ¿Por qué no se ha acabado con ETA y, en cambio,
practicamente, se ha fomentado el separatismo?
Para establecer contacto con Alborán: alboran.01@hotmail.es
*El ‘Colectivo Alborán’ lo forma un grupo de altos mandos
del Ejército español, retirados y en activo, que cuentan con una cualificada
experiencia militar y una notable preparación académica. A todos ellos les une
un denominador común: el amor a España y la preocupación ante los
acontecimientos que vive nuestra nación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario