Ignoro el número de soldados y oficiales que anualmente dan con sus huesos en el calabozo por negarse a rendir honores en actos religiosos, pero estoy seguro de que no deben ser muchos porque jamás, que sepamos, ha aparecido una denuncia con este motivo en los medios de comunicación. Como la participación en una procesión formando guardia de honor no es una arriesgada misión de ataque en mitad de una guerra, estoy seguro de que aquellos soldados que profesan una religión distinta de la católica o simplemente prefieren quedarse en capitanía tomando unas cervezas, no han sufrido en las últimas décadas la menor represalia de sus superiores.
Desde un punto de vista democrático, si es que a eso vamos, parece que no hay un clamor general entre la milicia para evitar este tipo de actos religiosos, tal vez por el cariño con que la gente trata a sus miembros y miembras cuando desfilan junto a la patrona del lugar. Pero como la democracia sólo adquiere una dimensión transversal cuando le conviene a los progres, en el caso de la supresión de honores en actos religiosos se ha actuado por decretazo, muy en consonancia con otras decisiones bastante más laicas como las que últimamente nos anda recetando el dialogante Gobierno de Zapatero.
En todo caso es consecuente con la personaja (de nada Aído) al frente del Ministerio de Defensa que se hayan suprimido estas expresiones de carácter popular por el hecho de que una escultura de Cristo o cualquier otro símbolo cristiano aparezca en escena. "Todos somos Rubianes", rezaba aquella vez la camiseta de Doña Carmen Chacón, y en su caso la afirmación era certera, porque como al fallecido actor pontevedrés, España se la sopla y el cristianismo le refanfifla la región recientemente cartografiada con carácter general por su colega de Gabinete.
El Cristo de Mena de Málaga, el de la Buena Muerte, ya no podrá desfilar acompañado de los legionarios y algunos miles de personas dejarán de acudir a la Semana Santa malagueña. En cambio, a cualquier julai de la ONU o la Alianza de Civilizaciones que aterrice por estos pagos se le rendirán los honores correspondientes aunque haya que reclutar a los soldados participantes bajo amenaza de degradación. Que les toquen "Paquito el Chocolatero" cuando estén subidos a la tribuna. Con la gallardía y el sentido del honor que demuestran los jefes de nuestro ejército, seguro que el sonido de los taconazos al cuadrarse se escucha en un kilómetro a la redonda.
Pablo MolinaNota: El autor autoriza a todo aquel que quiera hacerlo, incluidas las empresas de press-clipping, a reproducir este artículo, con la condición de que se cite a Libertad Digital como sitio original de publicación. Además, niega a la FAPE o cualquier otra entidad la autoridad para cobrar a las citadas compañías o cualquier otra persona o entidad por dichas reproducciones.
2 comentarios:
Puede ser que esté equivocado, pero en mi opinión nadie que forme parte tanto del ejercito como de la policía debe o puede ser ateo, es mas no creo que lo sea, no se pero arriesgar la vida y no creer en nada es un poco tonto, incluso los musulmanes y en ese caso digo todos sin miedo a equivocarme piensan que al morir van al paraíso, un político puede ser ateo y no creer en nada, eso incluso es lógico pues para ser político no puedes creer en la justicia divina de la que no te puedes escapar, pero a los militares creo que se les debería respetar esa tradición cristiana y si no quieren pues que sean ellos mismos los que la quiten, pero no quitarla porque a una ministra soplapollas le dé la gana.
No estás equivocado. Ahora veremos como va respondiendo la población, a este ataque a sus costumbres.
Tenemos la ventaja, de que estos socialistas, cambian de parecer cada dia, por lo tanto espero que esto sea otra des marchas atrás. Por el bien de todos.
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